Internacionalizar VS exportar, ¿qué diferencias existen?
Estamos acostumbrados a escuchar acerca del proceso de internacionalización de empresas y/o el proceso de exportación. De hecho, en muchas ocasiones, ambos términos se utilizan indistintamente, pese a que existen ciertas diferencias notables e importantes entre ellos.
¿Es realmente lo mismo internacionalizar que exportar? La respuesta es no, no es lo mismo. Por esta razón, en el artículo de hoy, queremos explicar y ahondar en cada uno de estos términos, entendiendo qué es la exportación, qué es la internacionalización y cuáles son las principales diferencias entre uno y otro término. ¡No te lo pierdas, te contamos a continuación!
Principales diferencias entre exportar e internacionalizar
La exportación, ¿qué es?
Cuando hablamos de exportar, normalmente, estamos haciendo referencia a las ventas que se realizan a clientes de otros países, es decir, ventas que se llevan a cabo fuera del mercado nacional. Estas transacciones pueden ser regulares o puntuales.
El proceso de exportación, si se lleva a cabo de forma correcta, suele reportar resultados económicos inmediatos a la empresa. Se trata, por tanto, de una estrategia muy rentable en el corto y medio plazo.
Sin embargo, el proceso de internacionalización es mucho más amplio y complejo, desde el punto de vista empresarial. Si bien es cierto que exportar es una parte importante del proceso de internacionalización de una empresa, hay otros aspectos clave implicados en el proceso.
¿Qué es la internacionalización de una empresa? ¿En qué consiste?
Como indicábamos anteriormente, el proceso de internacionalización empresarial es algo mucho más complejo, largo y costoso, que va más allá de exportar productos o servicios a otros países.
Durante el proceso de internacionalización, una empresa busca asentarse en otro territorio, introduciendo su marca en el mercado. Se trata, por tanto, de implantarse comercialmente en otro país, lo que requiere de un estudio y análisis previo muy minucioso.
A la hora de internacionalizarse, una empresa debe evaluar aspectos culturales, políticos, sociales, legales y económicos del país en el que quiera empezar a desarrollar su actividad. La internacionalización empresarial, además, lleva consigo, en muchas ocasiones, la participación directa de la empresa en el territorio, siendo necesaria la apertura de puntos de venta y oficinas, entre otras cosas.
Todo este proceso de internacionalización, al ser largo y costoso, tiene un enfoque mucho más prolongado en el tiempo, por lo que está orientado a obtener resultados en el medio y largo plazo.
Entonces, ¿cuáles son las principales diferencias entre exportar e internacionalizar?
Como hemos visto, el proceso de internacionalización requiere de una mayor implicación por parte de la empresa, ya que supone la implantación de un negocio y/o marca en un territorio extranjero. Esto requiere de evaluar, analizar y conocer bien el mercado antes de empezar a realizar la actividad económica en dicho país.
La exportación, por otro lado, es un proceso más sencillo que puede ser independiente a la internacionalización. De hecho, muchas empresas comienzan exportando a un determinado país y, con el paso del tiempo y el conocimiento del territorio y sus posibilidades, deciden internacionalizarse en ese lugar con el fin de obtener un mayor rendimiento económico.
Conclusión
En definitiva, exportar e internacionalizar son aspectos que están relacionados entre sí, pero que presentan diferencias notables.
Internacionalizar una empresa implica asentarse, como negocio, en un nuevo territorio y requiere que nos adaptemos por completo a ese contexto. Debemos conocer las barreras de entrada y de salida, su política, su economía, su cultura, etc.
Además, tendremos que invertir en nuevo equipamiento, instalaciones, logística, estrategias de venta y marketing… Aspectos que no son estrictamente necesarios cuando realizamos exportaciones a otros países.